El pasado domingo dia 19 de noviembre Asdea Akela a travéz de su guilda CULTURAL , realizamos la visita del BARRIO DE SANTA CRUZ EN SEVILLA.
La canción dice que Sevilla tiene algo especial, estarás de acuerdo conmigo en que ese algo especial se encuentra en el Barrio de SantaCruz.
El paseo quiso captar los efluvios de la Sevilla más auténtica con sus patios conquistados por las flores, las callejuelas sinuosas a cuya vera crecen casas de abolengo y por donde se rumorea se fraguó el amor literario entre don Juan Tenorio y doña Inés.En esta zona se afincó la judería de Sevilla, y luego acusó su marcha tras la expulsión de los judíos en 1483, aunque algunos no abandonaron el barrio definitivamente. Sin embargo, a finales del siglo XIX Santa Cruz languidecía y sólo recobró su esplendor con las reformas impulsadas a raíz de la Exposición Iberoamericana de 1929. De modo que el visitante se topará con un entramado de callejuelas que premia al paseante con una de las mejores perspectivas de la Giralda.
Es un laberinto formado por estrechas calles y callejones como las viejas juderías para librarse del abrasador sol del verano sevillano, creando corrientes de aire fresco, que terminan en plazas que parecen alejadas del centro de la urbe, famosas son la Plaza de los Venerables, toma su nombre del antiguo Hospital para Venerables Sacerdotes, o la que da nombre al barrio la Plaza de Santa Cruz que tiene en el centro una cruz de cerrajería del siglo XVII construida sobre la antigua parroquia mudéjar de Santa Cruz; la Plaza de las Cruces, pequeña y con tres columnas terminadas en cruces; la Plaza de Doña Elvira, elegante con sus azulejos y naranjos y una fuente y arriates con asientos de ladrillos y azulejos, antiguamente se utilizaba como Corral de Comedias, en esta plaza se rumorea que nació el amor imposible de Don Juan Tenorio, la mítica Doña Inés de Ulloa, al menos eso es lo que dice uno de los azulejos que existen en la plaza; la Plaza de los Refinadores existe una gallarda escultura del mítico conquistador de mujeres; la Plaza de Alfaro; la Plaza de la Alianza, antes conocida como Plaza del Pozo Seco, bordea la muralla; o el callejón del Agua, paralelo a las murallas, y por el que se traía el agua hacia los Reales Alcázares.
Saliendo de este callejón nos topamos con los preciosos Jardines de Murillo, otro lugar con encanto de Sevilla. Otra de las salidas del barrio es el callejón de la Judería, que nos sitúa al final en el grandísimo Patio de Banderas que está formado por un casería que rodea el Palacio Real y sus murallas.
Respecto a las calles, está la de las Cruces que tiene dos cruces de madera en una pared pintada de rojo; la calle de Santa Teresa, donde se encuentra la Casa Museo de Murillo y un convento de Carmelitas que data del siglo XVII fundado por la Santa de Ávila; y la calle de Lope de Rueda, que tiene varias mansiones, otras calles de menor relevancia pero no por ello menos bellas son la calle de la Gloria, la calle Mezquita, la calle Vida, la calle Pimienta, la calle Justino de Neve, la calle Jamerdana y la calle Susona, antes calle de la Muerte. Y una de las más famosas, la calle Mateos Gago, desde donde se puede contemplar una de las mejores vistas de la Giralda.